¿Cuál es nuestro destino?

Está visto que no vale la pena luchar por cambiar ciertas cosas, ya que no todas las orugas se pueden hacer mariposas ni todos los sapos se pueden convertir en príncipes.

Y es que hoy solamente soñé que todo era mentira, que todos los besos que me dabas los dabas por cumplir, por convencerme que entre tu y yo pudiera haber algo más que aquella bella amistad. Y lo malo de este sueño es que en la realidad seguirás dándome esos besos, esas caricias y esas miradas en las que brillan nuestros ojos cuando se cruzan, esos momentos que nunca viví ni viviré con otro hombre pero que detrás de cada movimiento, de cada gesto, de cada beso prohibido,  de cada palabra y de cada mirada siempre había un por qué.

 

Y ahora no sé cuál es el sueño, y cuál la realidad...

De repente desperté de este sueño y vi que  este maldito mundo, tan extraño como absurdo, tan cruel como taciturno, comenzó a andar del revés como si siempre hubiera andado al derechas.
Y no hay peor que el que no quiere ver, por muy duro que sea mirar, me resulta tan difícil
creer que existe el destino, pero ¿con quien? Está claro que contigo no o eso parece porque el destino te puso en mi camino pero tan pronto te puso como te quitará de mi vida.